Hoy por Hoy Madrid:’Visión Empresarial 360º’
11 de julio de 2016Antonio Morlanes:’Discrepancia como riqueza’
19 de julio de 2016Madrid Foro Empresarial y Deusto Business School celebraron hoy una nueva edición del ciclo ‘Nuevos retos, nuevas respuestas’ con el título “50 RESPUESTAS A LAS IMPLICACIONES DEL TRATADO TRANSATLÁNTICO DE COMERCIO E INVERSIONES (TTIP)” y en el que participó el Secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.
En el encuentro se analizó el acuerdo de comercio e inversión que desde 2013 la Unión Europea negocia con Estados Unidos, conocido como Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) y que se convertiría en el mayor tratado comercial de la historia. EL objetivo es abrir Estados Unidos a las empresas europeas, reducir los trámites burocráticos que deben cumplir las empresas para exportar e introducir nuevas normas que hagan la exportación, la importación y la inversión en Estados Unidos más fáciles y justas.
En el caso concreto de España, el TTIP permitiría a las empresas contar con las mismas ventajas arancelarias con respecto a EE.UU que hoy disfruta México, con arancel cero. El consumidor norteamericano tiene una alta predilección por el producto europeo y reconoce la buena relación calidad-precio que ofrece la industria española por lo que en igualdad de circunstancias, por ejemplo, con México el consumidor americano se decantaría claramente por el producto español. Esta situación supondría un impulso para algunos sectores de la industria española que fortalecería su posición en el mercado e incrementaría las ventas.
A favor y en contra
Pero como se explica desde la Mesa de Internacionalización de Madrid Foro Empresarial no todos los sectores ven en la firma del TTIP las mismas posibilidades. Por ejemplo, según ASCER (Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos) el azulejo español compite en el segmento medio y medio-alto en el que también se encuentra la mayor parte del producto mexicano y el norteamericano. En virtud del acuerdo NAFTA firmado en 1994, México disfruta de arancel cero en sus exportaciones a EE.UU y desde entonces su presencia en el mercado americano ha sido creciente debido a las menores cargas fiscales y su proximidad geográfica. Por lo que la aplicación del TTIP mejoraría de manera sustancial las opciones españolas en los mercados americanos.
Sin embargo, los agricultores y ganaderos consideran su sector especialmente sensible por la posible entrada de productos estadounidenses que hayan pasado menos controles de seguridad alimentaria. Uniéndose así a la tendencia de los detractores del Tratado que apuntan que serviría para imponer un modelo que socavaría las garantías y protección actual incrementando el poder de las empresas en detrimento de los reguladores oficiales.
En todo caso, como recuerdan desde Madrid Foro Empresarial, España está condicionada por la posición de la Unión Europea donde, a pesar de las ventajas, también existe el temor de pérdida de poder frente a las multinacionales estadounidenses en posibles litigios así como las restricciones en productos transgénicos siendo más vehemente las autoridades Américas frente a las Europeas.