Entrevista a Javier Cantera, Coordinador de la Mesa de Empleo y RRHH de Madrid Foro Empresarial
9 de septiembre de 2022Entrevista a Javier Cantera, Coordinador de la Mesa de Empleo y RRHH
9 de septiembre de 2022Es curioso lo que sucede. Nos quedamos enganchados en las situaciones y últimos términos que vivimos; a partir de aquí, se puede decir que ya nada existe. Hubo un tiempo, no muy lejano (2008), en el que la crisis financiera ocupó nuestro espacio social, nos convertimos en expertos banqueros que teníamos la solución al problema, pero la realidad era una permanente demanda a que se nos diese una pronta salida a esa situación sin que nos viésemos comprometidos a realizar otro esfuerzo nada más que el de la crítica.
A continuación de esa crisis, o mejor dicho, todavía no finalizada, se nos vino encima una pandemia de horrorosas consecuencias, el covid-19 con todas sus variantes. En este momento nos convertimos en especialistas de gestión para el tratamiento del problema, opinamos con rotundidad sobre la eficacia de las vacunas, las medidas de prevención de contagio y cómo se deberían articular las medidas económicas para luchar contra el parón de la economía.
Por último se nos presenta una situación nueva, la invasión de Rusia a Ucrania. Sucede que los mercados, unos con razones y otros en su papel especulativo, nos introducen en una nueva crisis económica basada en el uso de la energía como arma de lucha de los países OTAN contra Rusia y al contrario. Todo esto desencadena en una inflación no recordada en muchos años. Para combatirla se utilizan los medios tradicionales: subir los tipos de interés, rebajar el consumo y reducir el uso energético y todo ello por ver quién de los dos bandos muestra una mayor capacidad de resistencia. En esta circunstancia también nos convertimos en expertos, con demandas que cualquiera de ellas tiene que ver con problemas individuales o sectoriales, pero no una solución de compromiso global. Así somos en este país al que vemos de mil maneras, dependiendo de quién lo mire, además de entenderlo como propiedad en lugar de casa común. Es necesario considerar que esto a lo que consideramos patria, no es otra cosa que el lugar donde realizamos la convivencia de todos sin exclusión y con un modelo en el que podamos encontrarnos identificados. Sabemos que este puede ser modificable incluso cambiarlo en su totalidad por otro, pero siempre con el criterio mayoritario de los ciudadanos y contemplando las opiniones de las minorías. Se trata de conseguir una confluencia de intereses para todos.
Debemos entender la defensa de nuestras ideas, no como un frente bélico de unas contra otras, sino como el sistema que nos puede hacer llegar a conseguir una conjunción en la que nos encontremos identificados. No es posible vivir en el enfrentamiento de quítate tú que me pongo yo. Es fundamental que comprendamos que todas las personas que conformamos la ciudadanía del país en el que vivimos tenemos nuestras propias características y nos ubicamos en condiciones diferentes de vida. Habrá quienes tengan autosuficiencia para hacer frente a los costes que les impone la vida y otros estarán en el polo opuesto. Esto debe significar, con toda claridad, que no podemos marginar a estos últimos. Es necesario que la solidaridad sea la bandera por la que nos podamos identificar.
Comprender la finalidad y objetivo de los impuestos significa que estamos en el camino de ser personas y considerar de la misma forma al resto. Estos tributos deben responder al modelo de sociedad que deseamos tener y esto significa garantizar una vida digna a quien, por diferentes razones, no puedan alcanzarla por sus medios; por esto cuando se habla de bajar o subir impuestos no debe tener un significado político electoral, debe estar enmarcado en un fin convivencial, o sea, en un mensaje con un significado de modelo de sociedad.
Por todo ello no vivamos como especialistas de todo en cada momento, porque lo normal es que nunca lo seamos y queramos sentar cátedra basándonos en nuestro sentido común, que como decía Descartes en su Discurso del método: es lo único de lo que todos andamos sobrados. Entonces vivamos como ciudadanos con capacidad de compartir todos los momentos por los que inevitablemente debemos pasar, con la confianza de que el resultado de esa unión, nos conducirá siempre a la mejor solución.