El Confidencial: Los ‘coles’ españoles mejores que Finlandia: qué revela el PISA de los centros educativos
25 de mayo de 2018El presidente de IP-Soft Javier Díaz y la inteligencia artificial, protagonistas de El Café de Madrid Foro Empresarial by Ibercaja
30 de mayo de 2018Inestabilidad. Las patronales y asociaciones empresariales señalan que el aumento de la incertidumbre ya encarece la financiación y puede provocar la paralización de nuevos proyectos, llegando a afectar también al consumo.
El mundo económico está en alerta por la moción de censura. Empresarios de todos los sectores advierten de que la incertidumbre que se está viviendo estos días por el intento de derribar el Gobierno de Rajoy, tras la sentencia del caso Gürtel, conllevará un “aplazamiento de las inversiones”, lo que asestará un severo revés a la economía este año. Especialmente, en un momento en el que los vientos de cola que apoyaban el crecimiento se empiezan a apagar.
Todo depende de qué suceda después de la moción, ya que no es lo mismo una situación de elecciones anticipadas, pero con un cierto orden, que un nuevo Gobierno del PSOE apuntalado por Podemos y los nacionalistas que empezase a demoler las reformas de los últimos años. Así, tanto CEOE como el Círculo de Empresarios y la Cámara de Comercio de EEUU en España (AmCham) advierten de que esta “inestabilidad política se está reflejando ya en la prima de riesgo y en los mercados”, lo que dificulta la financiación de empresas y familias.
A su vez, insisten en que esta inestabilidad llega, además, en un momento en el que el desafío independentista en Cataluña está encarnado de nuevo por un Govern que quiere traer una república catalana, por lo que un Ejecutivo nacional apoyado por los independentistas podría perder capacidad de plantar cara a los soberanistas.
Desde la patronal cementera, Oficemen, explican que “va a haber un efecto claro sobre el consumo de cemento, por la paralización de las escasas inversiones”. Enrique Losantos, CEO de JLL España, alerta: “No es deseable adelantar accidentalmente un final de ciclo inmobiliario por razones de inestabilidad política. Hay que permitir al mercado que se autorregule sin interferir. Nos jugamos que las ingentes inversiones que hoy miran a España busquen otros lugares más tranquilos y estables, y perdamos la senda de la recuperación de la economía y del sector inmobiliario, uno de los sectores motores de la economía en España”.
Las obras públicas son un sector muy sensible al ciclo político, pero el mazazo se trasladará también al conjunto de la economía. De hecho, áreas en principio ajenas al gasto público como el comercio prevén una disminución del consumo. “Nosotros notamos cualquier movimiento, tanto a nivel político como a nivel de los consumidores”, explica Luis Pacheco, presidente de la Confederación de Comercio de Madrid (Cocem). Pacheco dice no estar “ni a favor ni en contra” de la moción, porque “queremos que los gobernantes tengan una vocación de honestidad, pero si esto lleva a un Gobierno más lesivo para nuestros intereses, será peor”.
Quien mejor parece representar la opinión de las empresas en este aspecto es el lehendakari, Íñigo Urkullu, que ayer abogó “por un horizonte de estabilidad institucional que permita mantener la inversión y el apoyo a la economía productiva real”. Apoya la visión del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que señaló ayer que “lo que no se puede hacer es que la recuperación se vea amenazada por intereses políticos partidistas y personales”.
El recientemente elegido presidente del Círculo de Empresarios John de Zulueta señala que “los partidos deberían tener muy presente que la economía y las empresas necesitan estabilidad a la hora de emprender aventuras”. De hecho, la gran incertidumbre que genera la moción es qué tipo de Ejecutivo engendraría. “Si se hace, lo preferible es que resulte en un Gobierno de coalición entre constitucionalistas y, si no, que se convoquen elecciones rápidamente”, explica Hilario Alfaro, presidente de Madrid Foro Empresarial.
Para Alfaro, lo peor sería “un Gobierno en manos de los nacionalistas”, porque restaría fuerza para encarar la situación en esta comunidad autónoma. Josep Bou, presidente de Empresaris de Catalunya, señala que “Cataluña va a estar en el furgón de cola en el crecimiento del PIB; puede que la última comunidad cuando históricamente era una región líder”. Además, otro de los temores que originaría es que la reversión de las reformas se intensificase.
Vacío legislativo
Con todo, la consultora Arcano descarta este escenario, debido a la dificultad para reunir apoyos tan diversos para apoyar una misma causa. En un informe publicado ayer, cree que lo más probable es la moción, ya sea fallida o instrumental, lleve a la convocatoria de elecciones anticipadas. Sin embargo, este escenario también incorporaría algunos riesgos, ya que agravaría la parálisis legislativa. Además, “antes de poder convocarlas hay dos asuntos clave que resolver: Cataluña y la sostenibilidad pensiones”, advierte Lorenzo Amor, presidente de ATA. Por eso, aconseja que las elecciones no tengan lugar hasta el próximo año. En este caso, la incertidumbre seguiría acechando a los empresarios, muchos de los cuales advierten de un riesgo de “italianización” de la política española por la fragmentación parlamentaria. De hecho, el crecimiento del PIB español en los últimos 25 años multiplica por cuatro el italiano.
Fuente: Expansión