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España reconoce a una oposición que ya es Gobierno en Venezuela
Madrid, 4 de febrero de 2019.- 23E: Venezuela, ¿y ahora qué? es el título del debate organizado por Madrid Foro Empresarial y que ha reunido en torno a una mesa redonda a Leopoldo López Gil, padre del preso político y de conciencia venezolano Leopoldo López; Juan Carlos Gutiérrez, abogado venezolano defensor de los Derechos Humanos y socio de Cremades & Calvo-Sotelo; el que fuera viceministro Relaciones Exteriores, y embajador de Venezuela en Colombia, Brasil, CEE, FAO, Italia, RDA, Malta y ONU Ginebra, Fernando Gerbasi, y Miguel Henrique Otero, presidente y editor del diario perseguido por el Gobierno venezolano El Nacional.
Leopoldo López Gil, el padre del preso político y de conciencia venezolano, ha reaccionado ante el reconocimiento por parte del Gobierno español de Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela con un refrán: “nunca es tarde, si la dicha llega”, porque ahora se va a producir una sucesión de reconocimientos de países europeos “en cascada”. López Gil se anticipa a los acontecimientos y anuncia que “hoy también se producirá el cese de la representación diplomática que tenía el Gobierno de maduro, y la Asamblea Nacional designará a nuevos representantes diplomáticos en Europa, a los que también pedimos que se reconozca”.
Más allá de reconocimiento a la nueva representación legítima, López Gil también reclama “sanciones de los que han llevado al país donde está”. Y en el vigésimo aniversario de la llegada del movimiento bolivariano al poder, “un populismo que arrasó con el país”, hoy “pedimos el reingreso al mundo democrático, al mundo occidental, del sólo nos separan dirigentes como Putin, Erdogan u Ortega” añade. Y ante la petición de 90 días más formulada por la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, la respuesta de López Gil es que “90 días más en Venezuela son como 90 días en Auschwitz” dada la situación, “24 horas son muchas, necesitamos la libertad en Venezuela ya”.
La única negociación posible son las elecciones libres
Preguntado por la vuelta de José Luis Rodríguez Zapatero a la mesa de negociación, López Gil advierte que “llámese como se llame, aquí no cabe ningún negociador, porque aquí no cabe ninguna negociación, sólo elecciones libres”, y en alusión directa al ex -presidente español, concluye: “no cualquiera que se tira al ruedo es un torero”.
El que fuera viceministro de Relaciones Exteriores y embajador de Venezuela en Colombia, Brasil, CEE, FAO, Italia, RDA, Malta y ONU Ginebra, Fernando Gerbasi, ha criticado la reacción de la Unión Europea por su “profunda vacilación”. “Nos hacen esperar ocho días y nos proponen un grupo de contacto para organizar elecciones libres, cuando el único que puede hacerlo es Juan Guaidó”, explica Gerbasi. El diplomático venezolano ha insistido en que la declaración de Guaidó “no ha sido un golpe de estado, él no se ha autoproclamado, fue elegido”, en septiembre de 2015.
Gerbasi ha recordado alguna de las cifras más esclarecedoras de la situación que vive Venezuela, alcanzando niveles nunca vistos en países de su entorno, como “una caída del PIB de 53% en los últimos cuatro años”. En relación a un posible proceso de negociación, y tras tres intentos fallidos -en 2003, 2014 y 2016-, Gerbasi asegura que “el 87% de la población rechaza cualquier tipo de diálogo, que hasta ahora ha fracasado y ha ayudado al Gobierno a ganar tiempo y a mantenerse en el poder”.
Durante su intervención, el abogado venezolano defensor de los Derechos Humanos, Juan Carlos Gutiérrez, se ha centrado en las consecuencias jurídicas “lógicas e inexorables” que se derivan del reconocimiento anunciado hoy por Sánchez, puesto que ahora “los actos de Nicolás Maduro no tienen validez jurídica” para España, porque “Guaidó ejerce el pleno poder en el plano económico, político e internacional”. Gutiérrez reclama sanciones personales para las autoridades chavistas, “que deben incrementarse, no sólo por el ejercicio arbitrario del poder, sino por la vulneración de derechos humanos”, e insiste en la misma idea que sus compañeros de debate “no existe duda de que la presidencia de Juan Guaidó es legítima, no se trata de una autoproclamación”.
Para Gutiérrez la aplicación de la Ley de Amnistía será “para los que colaboren con la restitución de la democracia, el cese de las persecuciones de naturaleza política, el retorno de los exiliados, y la libertad de los 1.000 presos políticos, y que permitan iniciar un proceso de transición”.
El riesgo de una confrontación civil
La visión menos optimista del proceso abierto en Venezuela llegó por parte de Miguel Henrique Otero, editor del diario perseguido por el Gobierno venezolano El Nacional: “un 90% de los venezolanos apoya a Guaidó y no tiene armas, pero el ejército cuenta con el apoyo de paramilitares, hezbolá, fuerzas rusas, e iraníes” entre otras, es decir “hablamos de un ejército reforzado”. Por otro lado, “la ayuda humanitaria llegará acompañada de efectivos de ejércitos (colombiano, brasileño, americana)” manifiesta Henrique, que no oculta su temor a que la situación pueda derivar en una confrontación sangrienta. Se calcula que ayer se movilizaron 10 millones de venezolanos en las diferentes manifestaciones convocadas por todo el país.
López Gil no considera que haya riesgo real de confrontación civil, porque “después de 20 años, los venezolanos anhelan volver a la democracia en paz”. Aunque reconoce que el precio ha resultado muy alto, sobre todo en los últimos días, ya que desde el 23 de enero se han registrado 50 muertos y 900 detenidos en Venezuela.
Fernando Gerbasi tampoco cree en un enfrentamiento “ni mucho menos en un baño de sangre, ni tampoco en intervenciones externas” de otros países. El diplomático no considera que Rusia esté buscando un enfrentamiento con EE.UU, tampoco China en plena guerra comercial con el Gobierno norteamericano por los aranceles, y mucho menos los cubanos que, aunque posicionados a favor de Maduro, guardan un oportuno silencio.
Gerbasi explica que la estrategia de Guaidó se basa es un proceso gestado a lo largo de meses, no sólo con políticos venezolanos, sino mediante coaliciones con países vecinos que han visto como sus economías se desestabilizaban a consecuencia de la huida de venezolanos al exilio, como muestran el millón de desplazados en Colombia o los 550.000 llegado a Perú, dando lugar, entre otros países, al Grupo de Lima. El 15% de los venezolanos se ha ido del país, en términos absolutos, hablamos de 4,5 millones de personas.
Una oposición que hoy es Gobierno
López Gil incide en la importancia de la Mesa de la Unidad Democrática, “no como un bloque homogéneo”, pero sí como una coalición de partidos “unidos para recuperar la acción política y volver a la democracia y, ahora también, unidos en el Plan País de Guaidó”. Porque “habrá diferencias, si no, no habría democracia”, pero lo esencial es “llegar a acuerdos, no a imposiciones” porque “ahora somos el gobierno”.
La profunda herida entre los chavistas y los opositores se cerrará con unas elecciones libres que den lugar a una representación de todos los partidos en “una sociedad en la que se pueda hablar y enfrentar ideas, en esa Venezuela tolerante que vamos a construir donde tengan cabida partidos de derecha, centro e izquierda”, asegura Gutiérrez.
Venezuela dentro de un año
Preguntados por el moderador de la Jornada, el periodista Javier López, y emplazados a volver a encontrarse dentro de un año para realizar un nuevo análisis de la que ya será la nueva Venezuela, cada uno de los ponentes dejó su deseo en forma de titular. Fernando Gerbasi titularía con “un país en construcción”. Leopoldo López Gil exclamaría “se produjo el milagro”. A Juan Carlos Gutiérrez le gustaría anunciar que “los empresarios de Madrid Foro Empresarial invierten en Venezuela”. Para Miguel Henrique, sin duda, dentro de un año “Venezuela está en campaña electoral”.